Claves fundamentales para ser eficiente
- Visión. Ser eficiente comienza con un pensamiento positivo de las cosas, teniendo muy en claro que cada uno de los ámbitos de la vida se condicionan por un “nosotros” y no con un “los otros”, pues deslindar la responsabilidad de las acciones propias es el comienzo de la ineficiencia. Quienes conocen el concepto de eficiencia y lo viven, saben que aunque es cierto que existen factores externos que influencian las acciones y decisiones personales, como por ejemplo aspectos genéticos, familiares, ambientales o laborales, siempre la decisión o respuesta a ellos es personal. Sentirse una víctima de las condiciones externas es lo peor que puede hacer una persona que aspira a ser exitoso y eficiente en lo que sea que emprenda.
- Liderazgo. El liderazgo es una característica de la que no muchos disponen, sin embargo, cada uno de los que aspira a ser el mejor en lo que hace tiene que pensar decididamente en una pregunta crucial: ¿Dónde quiero llegar? Definir o trazar un objetivo final es una etapa muy importante en la búsqueda del éxito mediante el camino de la eficiencia, aunque éste nunca se deja ver mientras no se puedan liderar los propios principios y propósitos. Saber analizar los problemas y tomar las oportunidades que se presentan, son un punto crucial en las personas que están atentas a lo que ocurre a su alrededor, así como también dispuestas a asumir los desafíos que se presentan en forma de oportunidades, ya que ahí está el secreto del éxito que todos anhelan.
- Priorizar las necesidades. Aprender a ordenar las necesidades según la prioridad que tengan para los objetivos trazados, implica el administrar uno de los recursos más escasos y necesarios desde siempre… el tiempo. Siempre hay algo que hacer, siempre se tienen obligaciones que cumplir, pero sólo a veces se comprende cuál de éstas es imprescindible. Las actividades que tienen el carácter de urgente o importante, son las que tienen que ser emprendidas por personas pro activas, es decir que tengan una “visión” clara de qué hacen y dónde quieren llegar. El saber reconocer y rechazar las actividades que no significan un avance en el objetivo trazado es sumamente importante, aunque siempre respetando la proporción que debe existir entre el trabajo y la diversión, de otra forma el estrés acabará con cualquier pretensión de éxito y eficiencia que se tenga. Olvídese de las reuniones innecesarias, organizaciones inútiles e interrupciones en lo que hace… si termina el día y se dice “estuve todo el día ocupado y no hice nada”, está administrando mal sus prioridades.
- Pensar en ganar. Todos los negocios implican una negociación, por ello mantener la mente focalizada en la victoria tiene que matizarse por el respeto hacia la otra parte. Pensar positivo es parte de los negocios, ya que sólo así se obtienen buenos resultados, sin embargo, trazar una estrategia basada en el “yo gano-tú ganas” es ideal a la hora de evitar manipulaciones inútiles y negociaciones desequilibradas. La interacción humana se basa en el respeto y la tolerancia, no en el aprovechamiento de quien puede ejercer más presión sobre el otro.
- Saber comprender para luego ser comprendido. Saber escuchar y comprender es parte importante de ser eficiente, ya que la búsqueda incesante de quienes desean ser comprendidos sin importar la posición del resto, termina en una inevitable receta de éxito basada en una autobiografía y proyectos que no son compartidos por el resto. Oír al resto y comprenderlo no involucra perder el horizonte, para eso hay que recordar el ser pro activo, pensar como líder y ordenar las prioridades. La empatía es una virtud que conviene desarrollar, pues en los trabajos en equipo el nivel de comunicación tiene que ser el más fluido posible, evitando discordias, subgrupos e incomprensión de lo que se quiere hacer.
- El secreto de la sinergia. Convencionalmente se entiende por sinergia a la acción coordinada de dos o más causas individuales que sumados ofrecen un efecto superior al que entregan individualmente. En el camino a la eficiencia, no se debe olvidar en que la propuesta de varios en conjunto puede terminar por conformar una gran solución o alternativa para la resolución de problemas, consiguiendo así respuestas eficientes a problemáticas actuales. Pensar en ganar y saber comprender al resto para luego ser comprendido, son dos elementos que nutren la sinergia en el plano laboral, donde quienes desean ser eficientes no pueden equivocarse. El respeto y la creatividad son armas fundamentales en este paso, ya que gracias a ellos se mejora el conocimiento, se aprende de mejor forma y hay una mayor disposición de soluciones a problemáticas recurrentes.
- Cuidar el equilibrio personal. No se puede conseguir el éxito con eficacia por medio de la efectividad, aún siendo una persona eficiente mientras no haya un equilibrio en los aspectos fundamentales del ser humano como ser emocional, espiritual, físico, mental y social. Jamás hay que olvidarse del cuidado personal, cultivarse y ser uno mismo. Aprender a auto-disciplinarse es fundamental en la consecución del éxito en su concepto más amplio, de otra forma serán sólo intentos en vano.
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